continuación. Que todos examinemos nuestros corazones esta noche y sepamos si pertenecemos o no a esta Iglesia única. ¡Que todos regresemos a nuestros hogares con la intención de reflexionar y orar! I. En primer lugar, en el texto se menciona un edificio. El Señor Jesucristo habla de “mi iglesia”. Ahora bien, ¿cuál es esta Iglesia? Pocas preguntas pueden plantearse de tanta importancia. Por falta de la debida atención a este asunto, los errores que se han filtrado en la Iglesia y en el mundo no han
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